Rincones
Córdoba, la de las tres culturas donde las tres religiones supieron convivir en paz, es un lugar para perderse.
Sus calles encaladas de blanco, sus balcones llenos de geranios, sus patios con olor a jazmín y sus plazuelas emanando el olor de los naranjos nos trasportan a otra época.
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruidosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Comentarios
Me encantan tus fotos. Y como verás me da por hablar.
Un beso
Siempre hay una excusa para perderse por Cárdoba.
Carmen
Resulta que yo también soy Cordobés, de Baena, y como comprenderás, aún no siendo nacionalista, me encanta mi tierra.
Un beso.