Cerrada, abierta.
Cuando crece se cierra en sí misma como en un capullo. Y cuando madura se abre y nos muestra el tesoro escondido, cientos y cientos de pequeñas flores blancas. Pero en nuestras vidas no nos enseñan tesoros, solo nos muestran sus muchas miserias. Necesitamos protección y nos dan abandono. Disfrutad, como podáis, de este puente, necesariamente, confinados. Un abrazo y cuidaros mucho.