Paseando con mi perro por Barca Vieja encontré dos jóvenes haciendo grafitis. Lo hacían de una manera especial, enrollaban plastico transparente entre dos árboles y pintaban sobre esa superficie. Decían que de esta manera no manchaban paredes y al cabo de unos días lo retiraban para no dejar residuos. Arte urbano en el bosque. En principio la idea no parece mala, sobretodo si cumplen sus intenciones.