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Amanecer detrás del monte Arthur's Seat, el asiento de Arturo, en las afueras de Edimburgo.

El rio Yamuna fluye junto el Taj Mahal. Al anochecer mujeres hindúes regresan con sus exiguos rebaños de cabras.   

A una hora de Berlín, en tren de cercanías, hay un pequeño pueblo que se llama Spreewald (en alemán "el bosque del Spree", el rio que atraviesa Berlín). Este pueblo es conocido por tener un sistema de irrigación formado por unos 200 canales y por sus pepinillos. Los canales son recorridos por barcas en excursiones de tres o mas horas, así como por multitud de deportistas que practican el piragüismo. En uno de esos canales capté esta imagen del pato aseándose al calor del sol de la mañana.

De Estambul a Capadocia, tomada desde el autobús en marcha.

En el casco antiguo de Nápoles existen numerosos pasadizos bajo los edificios que conectan unas calles con otras.

En la madrugada de Capadocia los globos aerostáticos se preparan para llevar a los turistas sobrevolando esa bella zona de Turquía. Y los turistas no desaprovechan la ocasión para captar la instantánea.

El lago Salado se encuentra a medio camino entre Estambul y Ankara y como su hombre indica es de agua salada. Suele tener entre varios metros y menos de medio metro de profundidad según la época de año. Las nubes y el sol de la mañana dan lugar a estas imágenes.  

 Otros graffitis del patio trasero del Museo Blindenwerkstall Otto Weidt

En mi última visita a Berlín he encontrado una cosa curiosa, el Museo Blindenwerkstall Otto Weidt. Este museo cuenta la historia del taller para ciegos de Otto Weidt. Durante el periodo nazi alemán, en el patio trasero de un edifico cercano a Hachesche Höfe, y al que se accede a través del pasadizo de la imagen, trabajaron principalmente judíos ciegos y sordos bajo la protección del fabricante Otto Weidt. Fabricaban escobas y cepillos, algunos de ellos para el ejercito, con lo cual el taller se consideraba importante para la guerra. Gracias a la protección de Otto Weidt muchos judíos se salvaron de acabar en un campo de exterminio nazi y probablemente de una muerte segura.  Hoy el museo de Otto Weidt comparte el patio trasero con bares de copas y en sus paredes artistas berlineses pintan murales como estos . 

El reloj de la Torre Eiffel deja entrever el horizonte (skyline dicen los modernos) de París.

Frente a la playa de Las Teresitas, los barquitos se refugian detrás del rompeolas.

Pasear por algunas calles antiguas de Nápoles es como un viaje al pasado reciente. Estrechas calles con escenas que pensábamos ya olvidadas.

Hoy hacia un día extraordinario en La Pedriza. Las recientes lluvias llevaban al aprendiz de rio, el Manzanares, repleto de agua como hacia tiempo no se veía. El sol de los últimos días habían hecho florecer las praderas llenas de jara y margaritas. Esta panorámica, desde la pradera de Cantocochino, muestra, de izquierda a derecha el Cancho de los Muertos, el Pájaro, la Peña Sirio y el Yelmo, algunos de los riscos más característicos de de este macizo madrileño.

Una de las cosas que más me sorprendió de Estambul fue la figura del repartidor de cafés. Personajes que pululan por los bazares y las calles de esa ciudad llevando cafés a sus clientes.

Desde el castillo de Sant Elmo, el Vesubio en espera de una nueva oportunidad.

Amalfi es una bella ciudad de la costa italiana. Por sus estrechas calles, a veces, se encuentran estos belios túneles que discurren paralelos a las calles.

(Pinchar en la foto para verla ampliada, se ve mejor)

Remando en las apacibles aguas del lago Wannsee, en el suroeste de Berlín. En la ciudad de Wannsee se celebró el 20 de enero de 1942 la conferencia Wannsee, en la que los nazis acordaron la "solución final sobre la cuestión judía" cuyos acuerdos condujeron al Holocausto.

Surgiendo de la piedra las gárgolas del Notre Dame de Paris se muestran desafiantes hacia al mundo exterior.