DIGITALIA

Espiga que se curva al viento cual erizo que amenaza con sus púas.

A veces no solo gorriones robaban mis ciruelas. En ocasiones  otros avispados voladores aparecían sin que nadie les invitara. Es te es uno de los intrusos .   ¡Alarma! ¡Alarma! el intruso ha llegado.   !Al ataque¡ Defendamos las ciruelas Con intrusos o sin ellos al final así quedaron todas las ciruelas.

A veces estas pequeñas aves se comportan como si fueran humanas. Sobre todo cuando se trata de la supervivencia. ¿Compartimos? Parece como si estuvieran pensado que no merece la pena pelearse por una ciruela y lo mejor es compartirla. Va a ser que si. En efecto deben pensar que hay mucha ciruela para tan pequeño cuerpo.   Esta es solo mía. Y aquí impera la ley del más fuerte. Aunque tu la hayas visto antes, me la quedo yo que soy más bruto.

Tengo en mi casa unos pequeños ladrones alados. Gorriones que anidan en el manzano del vecino pero como no están  maduras las manzanas, vienen a comer a mi ciruelo y poco a poco están acabando con la poca cosecha de este año. (Pinchar para ampliar)   Y yo les disparo, con mi cámara, para que quede testimonio de su delito. Ya os iré mostrando al resto de la cuadrilla de delincuentes.